24 jun 2011

Agradar a Dios: Lecturas Biblicas

Hebreos 11:5-6 y Génesis 5:21-24

Si uno recorre los libros de la Biblia, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, sobresalen en ellos los grandes personajes de la fe. Ellos se adueñan de los versículos, de los capítulos, hasta llenar páginas y páginas con sus historias, sus proezas. Y, a fuerza de ser sinceros, sus hechos no fueron siempre agradables a los ojos de Dios.

Tomemos por ejemplo a Sansón. ¿Cómo no recordar sus grandes hazañas? Mató a un león con sus propias manos. Con una quijada de asno venció a mil enemigos armados. Sólo con la fuerza de sus brazos tiró abajo las columnas del templo. Pero Sansón también fue desobediente a Dios en más de una ocasión. Así y todo, a pesar de no haber agradado siempre a Dios, la historia bíblica lo recuerda a él por sus hechos grandiosos. ¿Y qué hay de Tola, de Ibzán, de Elón? Fueron todos, como Sansón, jueces de Israel, libertadores del pueblo. Pero nadie los recuerda. ¿Ustedes se acordaban de ellos? No. Porque no hicieron nada grande. Apenas cumplir con su deber... ¿Y quién no sabe algo de Moisés? ¿O de Noé? ¿O de Jacob? ¿O de Pablo o Pedro en el Nuevo Testamento? Todos ellos han marcado la historia del pueblo de Dios con sus acciones. Pero, ¿y los otros? Los otros personajes que escribieron la historia junto con ellos apenas si aparecen mencionados. Frente a esto, nos cabe la pregunta: ¿es que sólo los grandes tienen un lugar en la historia de Dios? Pareciera ser que sí.

El capítulo 11 del libro de Hebreos, recuerda a grandes héroes del pasado, a los gigantes de la fe. Allí están Abraham, José, Isaac y también algunos de los que nombramos recién: Noé, Moisés y Jacob. También hay otros y otras tal vez menos conocidos como Rahab y Barac. Pero así y todo, si uno busca para atrás en la Biblia encuentra que hicieron algo más o menos impresio¬nante. Pero, de repente, aparece en la lista un nombre que desconcierta: Enoc.

¿Qué habrá hecho Enoc para que el escritor de la carta a los hebreos se acuerde de él? Vamos para atrás en la historia, llegamos a Génesis, capítulo 5, ¿y qué encontramos? Apenas 4 versículos que casi nada dicen. Fue el padre de Matusalén, el hombre que más años vivió según la Biblia. Pero, ¿será ese su mérito? Sin duda tiene que haber algo más. Y hay algo más...

El autor de la carta a los hebreos dice que,
durante su vida, Enoc había agradado a Dios. En otras palabras, a Dios le gustaba la manera de vivir de Enoc. Dios estaba feliz con la vida de este hombre. En Génesis se menciona dos veces en los cuatro versículos cómo fue que Enoc agradó a Dios. O, como dice en la versión de Reina y Valera, cómo "Enoc caminó con Dios". El premio, la "recompensa", para este hombre fiel es que Dios se lo lleva a su lado antes de morir, algo que se va a repetir sólo una vez más en la Biblia. No sé muy bien cómo hay que entender eso de "ser llevado" antes de morir, pero se puede decir con toda seguridad que es algo especial, un gran privilegio que Dios concedió a este hombre que supo alegrarle el corazón.

Ese fue el mérito de Enoc: caminar con Dios, alegrarle el corazón, hacer su voluntad. Y por eso Dios sonreía en el cielo. Por eso Dios estaba feliz. Caminar con Dios, agradar a Dios. ¡Qué insignificancia! Parece algo que cualquiera puede hacer. Agradar a Dios. Pero qué difícil resulta a veces.

Mirando la propia vida, ¿cuántas veces nos descubrimos caminando del lado de Dios? ¿Y cuántas otras veces, en cambio, caminamos del lado de nuestras propias convenien-cias, de nuestros propios impulsos, de nuestras ideas y pensamientos, del lado de nuestros deseos?

Mirando la propia vida, ¿estamos dando motivos para que Dios esté feliz, para alegrarle el corazón? ¿O, por el contrario, somos constante fuente de tristeza para el Señor? Si la vereda de Dios es la vereda del amor, de la paciencia, de la armonía, nosotros solemos vivir entre rencores y odios, apurados e impacientes, rota toda armonía con el prójimo, con la naturaleza, con Dios mismo. Si la vereda del Señor es la vereda de la entrega, nosotros solemos guardar para nosotros si es la vereda de la confianza, nosotros generalmente caminamos con dudas y temores si es la vereda de la alegría, nosotros frecuentemente caminamos amargados si es la vereda de la gratitud, nosotros vivimos quejumbrosos y desagradecidos. No siempre nuestros caminos son los caminos de Dios. Y Dios está triste, esperando que en algún momento nos demos cuenta y, con fe, nos acerquemos a él para caminar juntos por la vida. Sin duda Enoc no fue perfecto. Era tan humano como cualquiera. Debe haber cometido errores y debe haber sufrido, como todo mortal. Pero, en medio de su vida no del todo perfecta, él buscó en agradar a Dios y caminar a su lado. Y Dios le sonrió.

Quizá usted se sienta un ser insignificante, que no puede hacer nada con su fe pequeña.

Quizá usted se sienta como Enoc, un personaje demasiado fragil como para poder hacer algo en la gran historia de la vida. Hasta es posible que Enoc mismo haya creído que él no era un gran tipo. Pero usted sí puede agradar a Dios, hacerle sonreir, arrancarle un guiño a Dios. Usted puede caminar el camino del Señor, como lo hizo Enoc. Usted puede llevarle a Dios algo más que dolores de cabeza y preocupaciones. Y, como en el caso de Enoc, eso, para Dios, será suficiente.

Uno puede decir: yo no puedo ser como Sansón, ni como Moisés, ni siquiera como Barac. Pero nadie puede decir que en sus manos no está la posibilidad de agradar a Dios con todo lo que hace, la posibilidad de ser fiel al Señor de la vida. Dios no espera grandes proezas, no pide grandes hazañas.

Dios no espera de usted un Moisés, un Sansón, un Noé. Dios está feliz si usted camina con él, como Enoc. Tal vez nuestros nombres no ocupen grandes páginas en la historia de la fe. Pero podemos hacer que al menos se diga de cada uno de nosotros que hemos agradado con nuestra vida a Dios. El no espera más. Pero tampoco menos.

17 jun 2011

Agradando a Dios y a los Hombres

Esther cap. 2:15-20

HABLANDO A LAS FAMILIAS DE HOY CON EJEMPLOS DEL AYER

Encontramos en la historia de Esther uno de los mas bellos ejemplos de obediencia y humildad. La joven Esther había sido criada por su primo Mardocheo al quedar huérfana. Fue educada en una forma tal que a través de la historia de esta mujer podemos ver los valores que le fueron inculcados. Aún cuando ya estaba fuera de las ordenanzas de su pariente ella seguía obedeciendo y respetando todas las instrucciones. Una joven que desde el principio agradó, como dice el verso 15: "y ganaba Esther la gracia de todos los que la veían"
Quisiera dedicarle este pensamineto a los jóvenes de la actualidad. En este tiempo que vivimos,cuando se ha ido perdiendo el respeto a Dios y a la familia es necesario que volvamos un momento la mirada y nuestros pensamientos hacia las Escritura y analicemos qué
está sucediendo con nuestras vidas, en dónde nos equivocamos. Escudriñemos con detenimiento la vida de esta joven y cómo su obediencia, humildad y amor por su familia pudo superar toda adversidad.
Subir al trono como reina no la enalteció, permaneció fiel a Dios y a la persona que había sido para ella,guía y protección. Dice el ver.20 "Esther hacía lo que decía Mardocheo como cuando la educaba" Es muy hermoso ver como los/las jóvenes cristianos se dejan guiar por sus padres o parientes,aunque estén lejos del hogar, demostrando con ello los valores con los cuales han sido educados. Como la joven Esther tambien tú puedes estar en gracia delante de todos. Que seas luz donde quiera que vayas.
Buscando siempre agradar a Dios primeramente.
Que a través de tí muchas vidas puedan ser salvas. Juventud cristiana, es necesario vivir conforme a las Escrituras. No importa lo lejos que se esté del hogar. Sé fiel a Dios, obedeciendo con humildad las reglas y leyes que se han aprendido. Dios bendice al humilde, al que es fiel. Un joven con un carácter verdadero,puede vencer los obtáculos que le ponga el enemigo, como venció la heroína de nuestra historia. El ayuno y la oración son la clave de la victoria. El mundo que te rodea es el tipo de Amán que siempre está tramando cómo hacer de la gracia de Dios. No dejes que Amán te destruya. Cuando hayas logrado subir a la cumbre mantén tu llama ardiendo para que puedas rsplandecer y ser una joven o un joven vencedor, como Esther, como José.

Como dijo Esther: "si perezco que perezca"(16). Como José, prefirió perder sus ropas, pero no fallarle a Dios. Huir en momentos en que nos encontramos acorralados es ganarle una batalla al enemigo. Luego Dios nos vindicará y nos pondrá en alto.
Hoy la iglesia de Jesucristo necesita jóvenes como Esther, como José, como Sadrach, Mesac y Abednego, como Daniel y como tantos otros que supieron decir NO al enemigo!!!. Pelearon contra los gigantes.

Hagamos nuestras las palabras del apóstol Pablo en II Timoteo cap.2:2,3: "Tú pues sufre trabajos como fiel soldado de Jesucristo...ninguno que milita se embaraza en los negocios de la vida; a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado....seamos soldados aprobados en todos..y alcanzaremos la victoria..."

10 jun 2011

Actitud de Desierto: La Queja

Números 11:1

Introducción

El desierto es un terrible lugar para visitar y un devastador lugar para vivir. A veces vivimos en desiertos emocionales y espirituales sin darnos cuenta. Sentimos la seca y sin vida experiencia pero olvidamos conectarla con lo que realmente somos y cómo llegamos allí.

Son nuestras actitudes las que nos llevan a experiencias de desierto. Las actitudes son importantes, no sólo las acciones. A Dios le importan tus acciones y tus actitudes.

Desarrollo

Consideremos a los hijos de Israel. Salieron de Egipto y viajaron hasta el umbral de la Tierra Prometida. El viaje les tomó 18 meses y cubrió más de 300 millas. Doce de los 18 meses los pasaron en la base del Monte Sinaí recibiendo los 10 mandamientos.
Allí estaban a unos pocos pasos de la “tierra que fluye leche y miel”. A unos pasos de entrar a la bendición y al gozo que Dios había prometido y Dios les dice que no van a entrar, les dice que deben regresar al desierto y quedarse allí hasta que cada uno mayor de 20 años muera.

¡Eso es un movimiento radical! Hacer desaparecer una generación entera de tus hijos. Dios nunca se enoja sin una razón. El no “pierde los estribos” y después se pregunta qué pasó. Este evento se registra en los Salmos, en los Profetas, en los Evangelios y en las Epístolas (1 Co. 10:5, Heb. 3:7-11,15-18 4:1-3) por lo que debió tener trascendencia y relevancia para nosotros hoy.

Números 13-14 recoge el por qué de esa acción radical de Dios:

a. Los doce espías fueron a la Tierra Prometida y llegaron con las noticias de regreso.
b. Diez regresaron llenos de temor y comenzaron a quejarse acerca de los ejércitos, de los gigantes y de los obstáculos
c.Josué y Caleb trajeron el informe de la minoría: fe y confianza para conquistar la tierra

¿Cómo respondió el pueblo? 14:10: “hablaron de apedrearlos”.
¿Qué reflejaba esto? Actitudes de falta de fe, una mala actitud.
¿Cómo respondió Dios? Núm. 14:11-12 Un Dios airado se reveló a sus hijos. Moisés interviene, pide misericordia, que no los haga desaparecer de la faz de la tierra y Dios lo escucha.
Pero Dios aún estaba molesto con las actitudes malvadas de sus hijos. Núm. 14: 26-29

Sólo Josué y Caleb entrarían, todos los demás morirían en el desierto. Ver. 31-33 “Ustedes dijeron que yo no los podía hacía entrar, tuvieron miedo de que sus hijos morirían, pues ellos no morirán pero ustedes sí”.

Ver. 34, Vagarían por 40 años, 1 año por cada día
que espiaron la tierra, por cada día sin fe, por cada día de queja, por cada día de murmuración y por cada día de crítica.

Ver. 35 “Quiero dejar bien claro cómo me siento por esto”.
Podemos argumentar, pero Dios es un Dios de gracia, compasión y bondad, ¿qué puede empujarlo hasta esos extremos?

Las murmuraciones y las quejas de su pueblo. Núm.14:27

Cuando una palabra suena como es, se llama onomatopeya, por ejemplo: cuac, cuac, miau, miau, bla,bla, bla, yapi, yapi. Cuando nos quejamos eso es lo que escucha Dios, un sonido repetitivo y molestoso que “lo vuelve loco”. Dios aborrece, detesta esa actitud de contradicción, duda y rebelión. No la tolera.

Si decidimos o escogemos el murmurar y el quejarnos como nuestro estilo de vida, ¡entonces de regreso al desierto vamos!
Las malas actitudes hacen de la vida una experiencia seca, dura y sin gozo. ¿Se ha sentido alguna vez así? ¿Como si su vida está falta del gozo y la plenitud que usted desea? ¿Cómo que se está perdiendo de la clase de vida abundante que la Palabra de Dios promete?
Necesita recordar esta verdad: Aquellos que escogen la queja y la murmuración como sus estilos de vida pasarán sus vidas en el desierto.

Las malas actitudes después de reconocerlas hay que reemplazarlas con las actitudes que Dios ha diseñado para que puedas vivir en la Tierra Prometida. Identificamos una mala actitud y la desechamos, identificamos una buena actitud y la adoptamos.

1 Cor. 10:7-8 No adopten una mala actitud como ellos allá en el desierto o se les estarán uniendo en su peregrinaje.

¿Cómo comenzar a lidiar con mis actitudes?

a.decidiéndose a creer que las actitudes son críticamente importantes para tu vida
b.entendiendo que las actitudes son sumamente importantes para Dios
c.entendiendo que hay serias consecuencias de “desierto” para los que escogen actitudes incorrectas
d.decidiéndose a cambiar las actitudes que sea necesario cambiar
e.entendiendo que no puedo cambiar mis actitudes sin la ayuda de Dios
f.disponiéndome a estudiar la Palabra de Dios para aprender qué actitudes necesitan cambiar y cómo empezar a hacerlo

Todos nos quejamos más de lo que nos gusta admitir. Nos quejamos cuando expresamos resentimiento por las circunstancias que están más allá de nuestro control y por las cuales no estamos haciendo nada.

El quejarnos no cambia nada, sólo satisface nuestra naturaleza pecaminosa. El quejarnos libera “energía emocional negativa” en una manera que provee alivio momentáneo de una situación o circunstancia que quizás sea frustrante para nosotros.

Núm. 1:1, quejándose, murmurando, lloriqueando, refunfuñando y Dios envió fuego del cielo. Escogieron quejarse, o sea que escogemos nuestras actitudes. Ellas no nos escogen a nosotros, nosotros las escogemos, las seleccionamos a ellas. ¡Nuestro problema de actitud está frente al espejo!

Núm. 1:1, el pueblo, nuestros problemas de actitudes no los podemos adjudicar a nadie, no podemos excusarnos diciendo: “es la actitud de mi mamá la que heredé”, “es culpa de mi papá que yo sea así”, “es mi jefe”, “es mi vecino”, “son mis circunstancias”. Escogemos las actitudes a asumir frente a lo que nos rodea.

Los israelitas tenían buenas razones para no quejarse, tenían más que suficientes razones para estar agradecidos, sin embargo, escogieron la actitud de la queja.
¿Se acuerdan del informe de los espías? El pueblo escuchó el informe de la mayoría y el informe de la minoría, ¿y qué hicieron? Decidieron.

Hemos hablado de actitudes, pero no hemos definido lo que son actitudes:

a.actitudes son patrones de pensamiento- desarrollamos una manera de pensar acerca de las cosas , una manera de enfrentar la vida.
b.Actitudes son patrones de pensamiento que se formaron por un periodo de tiempo largo. Los israelitas súbitamente no comenzaron a quejarse en el desierto, se quejaron en Egipto mientras hacían ladrillos. Usted dirá: ¡pero su vida era difícil! Sí, pero muchos antes de ellos y después de ellos en circunstancias iguales o peores, han escogido no quejarse.
c.Las malas actitudes son maneras de pensar habituales y dañinas y a veces no nos percatamos que las tenemos. Nos acostumbramos a reaccionar de una manera específica que nuestras decisiones se vuelven automáticas y creemos que forman parte de nosotros, lo que no comprendemos es que trágicamente las consecuencias son automáticas también.

Al igual que los israelitas al umbral de la Tierra Prometida, usted y yo podemos estar más cerca de lo que creemos a un cambio dramático y que produzca vida y gozo, usted puede escoger rechazar la queja y confiar en Dios.
Una verdad crucial acerca de la queja es la siguiente: Quejarse es un pecado. Pecado es errar el blanco, es fallar en relación a las justas y santas demandas de Dios. Nuestra queja nos puede conducir a enojo, amargura y aún depresión.
Cuando nos quejamos, escogemos una respuesta que nos daña en vez de hacernos bien. Te dañas, te perjudicas tú primero. Dios te ama y no quiere que te hagas daño.

Cuando nos quejamos, herimos a Dios. Dios se afecta cuando escucha nuestras quejas y ve nuestras actitudes incorrectas, ¡porque el quejarnos cuestiona la Soberanía de Dios!
Al quejarnos estamos diciendo: !Dios, metiste la pata! Tuviste una oportunidad de llenar mis expectativas, pero no supiste hacerlo, no supiste manejarlo. Buen intento, Dios, estuviste cerca pero no lo suficiente.

Al quejarnos, herimos a las personas que nos rodean.

¿Cómo definimos queja? Expresar insatisfacción con una circunstancia que no está mal o equivocada y por la cual no estoy haciendo nada para enmendar o corregir.
Si hay algo de incorrecto y tú expresas insatisfacción, eso no es quejarse. Ejemplo: hacer piquete frente a una clínica de aborto, quejarte por la mala comida de un restaurante, etc.
Quejarse es refunfuñar acerca de cosas que no están equivocadas o incorrectas.
El no hacer nada por mejorar la situación es otro factor del quejarme.
La queja envuelve circunstancias, situaciones, la crítica envuelve a personas.

Volvamos a Núm. 1:1 Dios escuchó cada palabra de cada quejoso de los hijos de Israel. El estaba allí. Allí estaba la nube de día y la columna de fuego de noche. Dios estaba allí…escuchando y ellos lo ignoraron.
Una y otra vez se lee en la Escritura frases como éstas:

a.”y el pueblo se quejó…”
b.”¿Porqué no podemos tener más de esto?”
c. “¿Y cuándo vamos a tener más de eso?”
d. “¿Porqué no te das cuenta de que yo
necesito…?”
e. “Tú sabes…”

Escuche estas: ¿Porqué tengo que pasar por esto?, ¿Porqué tengo que soportar todo esto cuando la vida le va tan suave a ellos? Estoy cansado, ¿cuándo esto se va a acabar?¿Porqué mi vida no puede ser más como _________?
Esta continua queja, “bla,bla,bla, yapi, yapi”, sube hasta los oídos de Dios y El responde: ¿Se pueden retirar de Mí con esa queja crónica?

Si usted está vivo, enfrentará alguna medida de adversidad, esto parece sorprenderle a algunos. Tendrá la cantidad correcta de adversidad como para cumplir los propósitos de Dios en sus vidas.

Es nuestra decisión: regocijarnos por todas las buenas cosas que Dios ha hecho en nuestras vidas o quejarnos acerca de esa sola cosa, cualquiera que ésta sea.

Al quejarnos estamos rechazando la gracia que puede ayudarnos a través de esa situación.
Considera esto: Esa misma adversidad de la cual te quejas frecuentemente es lo que Dios quiere usar para mantener tu corazón cerca de El. En su gracia, permite la adversidad para atraernos cerca de El.

Lo malo no es la adversidad sino nuestra respuesta a ella. ¡Es nuestra actitud!


Conclusión
Dios oye nuestra queja y le desagrada. Nuestras quejas le rompen el corazón, le golpean Su rostro e insultan Su gracia.

3 jun 2011

A Dios hay que tomarlo en serio

Vida del profeta Eliseo: 1ra. Reyes 1919 hasta 2nda. Reyes 13:21

La Biblia nos cuenta acerca del accionar de Dios a través de la historia humana y los hechos sorprendentes que Dios realiza por medio de personas, detrás del cumplimiento de promesas dadas a sus amados. Así fue revelando sus planes y su personalidad hasta que la revelación fue plena hecha en la persona de Cristo.
Eliseo vivió durante el tiempo en que el reino que dejo Salomón, estuvo dividido en dos actuando mayormente en el reino del norte durante el mandato de varios reyes entre mediados del siglo IIX y principios del VII. El reino de Asiria estaba en su esplendor y los reyes de Damasco atacaban continuamente a Israel. Fue un tiempo en que cultos extraños como los de Baal y Asera desviaron a gobernantes y al pueblo de Dios, y en que los asesinatos de los herederos y de los usurpadores era lo corriente. Es el tiempo del inicio del desmembramiento del reino de Salomón y que al dedicarse a la adoración de dioses paganos la Biblia utiliza la imagen de “fornicacion” (dejaron a su amado, siguiendo en pos de otros).

Eliseo entro en el servicio a Dios y fue llamado y formado por su maestro el profeta de Dios Elías. (1 R 19:19-21). Este Elías juega un importantísimo rol en la búsqueda de volver nuevamente a los hebreos a su Dios y buscar terminar con su idolatría a dioses como Baal y Asera. (Ver capítulos anteriores de 1R). Este Elías no conoció la muerte, sino fue arrebatado por Dios vivo, y se lo ve conversando con Jesús y Moisés en el monte de la transfiguración. (Mt. 17:1-3). Elías dice de sí mismo:”Me consume mi amor por ti, Señor Dios Todopoderoso. Los israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares, y a tus profetas los han matado a filo de espada....” (1 R 19: 10 y 14). Es su Señor Dios Todopoderoso quien en una cueva en Horeb lo envía al desierto de Damasco para ungir a Jazael como rey de Siria, a Jehu como rey de Israel y a Eliseo para que lo suceda como profeta. Dios predice una aniquilación y una esperanza: “preservare a 7000 israelitas que no se han arrodillado ante Baal ni lo han besado”.(1 R 19:15-18).

Dios tiene planes, actúa, se compromete, y los sigue a rajatabla. Las historias bíblicas son a veces demasiado crudas, pero veraces están registradas para nuestra enseñanza. En ellas nos vemos reflejados también nosotros mismos. Encontramos en sus paginas a un Dios que se ocupa de las personas individualmente y que da a conocer sus
propósitos y acciones. ¡Que maravilla!

¿Qué podemos descubrir del actuar conjunto de Dios y los hombres en los relatos acerca de la vida de Eliseo? Veamos algunos puntos.

Nuestro Dios se vale de personas muy diversas para bendecir y actuar. Personas que quizás yo mismo con mis aun existentes preconceptos, juicios de valor, vivencias pasadas, cultura en que estoy inmerso (por citar algunas de mis limitaciones) descartaría. Ej. :

* Un campesino, soltero, ultimo en una fila de los que araban como Eliseo. 1 R 19.
* Un sirviente “ventajita” y calculador, como Guiezi. 2 R 4.
* Una jovencita raptada y en estado de servidumbre. 2 R 5.
* Un general presuntuoso, de una nación enemiga, como Naaman. 2 R 5.
* Un asesino potencial, enemigo de Israel, como Jázael. 2 R 8.
* Un conspirador, capitán del ejercito, hombre violento como Jehu. 2 R 9.

¡Dios es mucho mas grande que todo lo que nuestra imaginación pueda albergar! Seamos muy humildes en nuestras apreciaciones, y busquemos a Dios en oración, lectura de su palabra, meditación e intercambio de ideas con otros que también Le aman.
Nuestro Dios tiene mucho cuidado y compasión con los que la sociedad desprecia, como las viudas, los huérfanos, los hambrientos, los enfermos, los que están en desgracia personal, etc. Utiliza a su profeta Eliseo para:

* Hacer salobres las aguas de Jericó. 2 R 2.
* Provee el pago de la deuda y la subsistencia de una viuda de profeta. 2 R 4.
* Anuncia un hijo a una mujer que no había tenido hijos revive a su hijo la manda al exilio durante una gran hambruna, le hace restituir los bienes y las ganancias de su tierra durante su ausencia. 2 R 4, 8.
* Da de comer a los hijos de los profetas y las gentes. 2 R 4.
* Sana al general sirio. 2 R 5.
* Restituye la herramienta prestada (hacha) al de la comunidad de los profetas. 2 R 6.

No cambia. Jesús (Dios hombre) dijo: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer tuve sed, y me dieron de beber fui forastero, y me dieron alojamiento necesite ropa y me vistieron estuve enfermo, y me atendieron estuve en la cárcel, y me visitaron” Mt. 25:35-36.

Muestra compasión con los que “no saben lo que hacen”.

* A los enemigos sirios que Dios cegó y los entrego en manos de Israel, los manda dejar libres y aun los despide con un banquete.
No cambia: Jesús dijo: “Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen”. Lc. 23:34.
Toma muy en serio el desprecio de los hombres a los siervos que El escogió y a los que ponen en duda sus mensajes, en medio de tantas señales portentosas.
* Castigo a los jóvenes, testigos de las poderosas señales de Dios, que se burlaban de Eliseo. 2 R 2:23-25.
* Muerte al ayudante personal del rey . 2 R 7.

Creo ver que Dios demuestra tener mucho humor al hacer un ultimo milagro, aun después de la muerte de Eliseo, cuando unos israelitas en camino a enterrar a un muerto lo tiran en la tumba del profeta. ¡Y el muerto dejado por sus amigos, revive!
¡Que historias llenas de sangre y destrucción! ¡Sin duda nos conmueven! ¿Que consecuencias vemos?
Aunque el culto a Baal y a Asera no fue aniquilado (“dejaron en pie la imagen de la diosa Asera....” 2 R 13:6) y la opresión de los sirios no ceso (2 R 13:22), “Sin embargo, el Señor tuvo misericordia de ellos. Por causa del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob, se compadeció de los israelitas y los preservo, y hasta el día de hoy no ha querido destruirlos ni arrojarlos de su presencia.” 2 R 13:23.

El salmo 105: 8-15 resume muy bien el accionar de Dios. El salmo 106: 19-46 resume la historia del pueblo de Dios y pinta parte de este drama del que ve y conoce el accionar y la bendición de Dios y sin embargo vive como si nunca lo hubiese conocido.

¿Irritaremos nosotros también a un Dios que permite que hoy lo llamemos Padre?
¿Imitaremos la determinación en seguir en las cosas de Dios y fidelidad que mostró Eliseo?
¿Reclamaremos la plenitud del Espíritu Santo como pidió Eliseo para poder servir a otros?
¿Sabremos dar de gracia (gratis) la salvación que Dios da, o nos equivocaremos como Ghiezi?
¿Desarrollaremos (solo con la ayuda de Dios) la sensibilidad por ver las necesidades de los que nos rodean y el perdón por aquellos que nos hacen la vida difícil porque están ciegos?
¿Seremos capaces (como la jovencita raptada, como Ghiezi, o como los leprosos hambrientos) de dar a conocer las buenas noticias acerca de las maravillosas obras de Dios?