6 may 2011

2 Cor. 9: 5-15 (Dar por obligación (ley) o dar por agradecimiento (amor))

1. Dar por ley en el AT.
La ofrenda a lo largo de la historia se practicó de diferentes modos y maneras, pero la actitud interior fue siempre la misma: la ofrenda exterior y material era símbolo de la gratitud interior.
Legislación de la ofrenda. Era obligación dar. Regulaciones y leyes acerca de cómo dar y qué dar.
Recordar también que el dar en el antiguo testamento tenía un aspecto positivo original como agradecimiento por la tierra y la liberación de Yavé. Era un reconocimiento a Dios.

2. Dar por gratitud y amor.
2.1. Introducción acerca de la ofrenda para los hermanos de Jerusalén. Inclusive contar acerca de cómo Pablo organiza para no quedar como exigente. Ellos debían prerarar primero la ofrenda para cuando él llegue.
2.2. La abundancia es para ser ricos en generosidad. En dos oportunidades recuerda el apóstol que lo que han recibido generosamente de Dios es para poder hacer buenas obras. Además contiene la
promesa de que Dios no desamparará al generoso, sino que multiplicará los frutos de la justicia de los que ofrendan. Hay que entenderlo en el sentido de que cuando se descubre el don de la generosidad aparece la multiplicación. No significa hacerse ricos.Cierta vez un pastor pidió que se levantara una ofrenda para necesidad. una mujer anciana y necesitada de la congregación, sin dar su nombre, diciendo que a la salida del culto quienes quisieran ofrendar podrían hacerlo. Cual fue su sorpresa cuando a la salida la primera en ofrendar fue esta misma anciana, que dijo: -yo estoy mal pero seguramente esa anciana está pasando por mucha necesidad.
2.3. La generosidad no sólo es una ayuda que suple lo que a los otros les falta. Genera también acciones de gracias a Dios por parte de aquel que las recibe y amor de parte de aquel hacia el que las da por la gracia de Dios que superabunda en los que han mandado la ofrenda.
2.4. Dios ama al dador alegre. La ofrenda como un gesto exterior pero en estrecha relación con una ofrenda interior. Porque hemos reconocido todo lo que hemos recibido del Señor, no solamente las cosas materiales sino también nuestra salvación en Jesucristo, don grandioso e incomprensible del Padre. En este sentido la ofrenda no puede ser nunca por obligación o como pago por un servicio, sino que debe nacer de un corazón agradecido por lo que YA ha recibido.
2.5. Para pensar: ¿cuál es nuestro sentimiento cuando damos?
¿damos con corazón agradecido o de mala gana y a la fuerza?
2.6. ¿Damos para Dios y su obra o pensando que pagamos por los servicios que consumimos?
2.7. ¿nuestra ofrenda expresa lo que tenemos dentro del corazón o no?