3 jun 2011

A Dios hay que tomarlo en serio

Vida del profeta Eliseo: 1ra. Reyes 1919 hasta 2nda. Reyes 13:21

La Biblia nos cuenta acerca del accionar de Dios a través de la historia humana y los hechos sorprendentes que Dios realiza por medio de personas, detrás del cumplimiento de promesas dadas a sus amados. Así fue revelando sus planes y su personalidad hasta que la revelación fue plena hecha en la persona de Cristo.
Eliseo vivió durante el tiempo en que el reino que dejo Salomón, estuvo dividido en dos actuando mayormente en el reino del norte durante el mandato de varios reyes entre mediados del siglo IIX y principios del VII. El reino de Asiria estaba en su esplendor y los reyes de Damasco atacaban continuamente a Israel. Fue un tiempo en que cultos extraños como los de Baal y Asera desviaron a gobernantes y al pueblo de Dios, y en que los asesinatos de los herederos y de los usurpadores era lo corriente. Es el tiempo del inicio del desmembramiento del reino de Salomón y que al dedicarse a la adoración de dioses paganos la Biblia utiliza la imagen de “fornicacion” (dejaron a su amado, siguiendo en pos de otros).

Eliseo entro en el servicio a Dios y fue llamado y formado por su maestro el profeta de Dios Elías. (1 R 19:19-21). Este Elías juega un importantísimo rol en la búsqueda de volver nuevamente a los hebreos a su Dios y buscar terminar con su idolatría a dioses como Baal y Asera. (Ver capítulos anteriores de 1R). Este Elías no conoció la muerte, sino fue arrebatado por Dios vivo, y se lo ve conversando con Jesús y Moisés en el monte de la transfiguración. (Mt. 17:1-3). Elías dice de sí mismo:”Me consume mi amor por ti, Señor Dios Todopoderoso. Los israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares, y a tus profetas los han matado a filo de espada....” (1 R 19: 10 y 14). Es su Señor Dios Todopoderoso quien en una cueva en Horeb lo envía al desierto de Damasco para ungir a Jazael como rey de Siria, a Jehu como rey de Israel y a Eliseo para que lo suceda como profeta. Dios predice una aniquilación y una esperanza: “preservare a 7000 israelitas que no se han arrodillado ante Baal ni lo han besado”.(1 R 19:15-18).

Dios tiene planes, actúa, se compromete, y los sigue a rajatabla. Las historias bíblicas son a veces demasiado crudas, pero veraces están registradas para nuestra enseñanza. En ellas nos vemos reflejados también nosotros mismos. Encontramos en sus paginas a un Dios que se ocupa de las personas individualmente y que da a conocer sus
propósitos y acciones. ¡Que maravilla!

¿Qué podemos descubrir del actuar conjunto de Dios y los hombres en los relatos acerca de la vida de Eliseo? Veamos algunos puntos.

Nuestro Dios se vale de personas muy diversas para bendecir y actuar. Personas que quizás yo mismo con mis aun existentes preconceptos, juicios de valor, vivencias pasadas, cultura en que estoy inmerso (por citar algunas de mis limitaciones) descartaría. Ej. :

* Un campesino, soltero, ultimo en una fila de los que araban como Eliseo. 1 R 19.
* Un sirviente “ventajita” y calculador, como Guiezi. 2 R 4.
* Una jovencita raptada y en estado de servidumbre. 2 R 5.
* Un general presuntuoso, de una nación enemiga, como Naaman. 2 R 5.
* Un asesino potencial, enemigo de Israel, como Jázael. 2 R 8.
* Un conspirador, capitán del ejercito, hombre violento como Jehu. 2 R 9.

¡Dios es mucho mas grande que todo lo que nuestra imaginación pueda albergar! Seamos muy humildes en nuestras apreciaciones, y busquemos a Dios en oración, lectura de su palabra, meditación e intercambio de ideas con otros que también Le aman.
Nuestro Dios tiene mucho cuidado y compasión con los que la sociedad desprecia, como las viudas, los huérfanos, los hambrientos, los enfermos, los que están en desgracia personal, etc. Utiliza a su profeta Eliseo para:

* Hacer salobres las aguas de Jericó. 2 R 2.
* Provee el pago de la deuda y la subsistencia de una viuda de profeta. 2 R 4.
* Anuncia un hijo a una mujer que no había tenido hijos revive a su hijo la manda al exilio durante una gran hambruna, le hace restituir los bienes y las ganancias de su tierra durante su ausencia. 2 R 4, 8.
* Da de comer a los hijos de los profetas y las gentes. 2 R 4.
* Sana al general sirio. 2 R 5.
* Restituye la herramienta prestada (hacha) al de la comunidad de los profetas. 2 R 6.

No cambia. Jesús (Dios hombre) dijo: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer tuve sed, y me dieron de beber fui forastero, y me dieron alojamiento necesite ropa y me vistieron estuve enfermo, y me atendieron estuve en la cárcel, y me visitaron” Mt. 25:35-36.

Muestra compasión con los que “no saben lo que hacen”.

* A los enemigos sirios que Dios cegó y los entrego en manos de Israel, los manda dejar libres y aun los despide con un banquete.
No cambia: Jesús dijo: “Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen”. Lc. 23:34.
Toma muy en serio el desprecio de los hombres a los siervos que El escogió y a los que ponen en duda sus mensajes, en medio de tantas señales portentosas.
* Castigo a los jóvenes, testigos de las poderosas señales de Dios, que se burlaban de Eliseo. 2 R 2:23-25.
* Muerte al ayudante personal del rey . 2 R 7.

Creo ver que Dios demuestra tener mucho humor al hacer un ultimo milagro, aun después de la muerte de Eliseo, cuando unos israelitas en camino a enterrar a un muerto lo tiran en la tumba del profeta. ¡Y el muerto dejado por sus amigos, revive!
¡Que historias llenas de sangre y destrucción! ¡Sin duda nos conmueven! ¿Que consecuencias vemos?
Aunque el culto a Baal y a Asera no fue aniquilado (“dejaron en pie la imagen de la diosa Asera....” 2 R 13:6) y la opresión de los sirios no ceso (2 R 13:22), “Sin embargo, el Señor tuvo misericordia de ellos. Por causa del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob, se compadeció de los israelitas y los preservo, y hasta el día de hoy no ha querido destruirlos ni arrojarlos de su presencia.” 2 R 13:23.

El salmo 105: 8-15 resume muy bien el accionar de Dios. El salmo 106: 19-46 resume la historia del pueblo de Dios y pinta parte de este drama del que ve y conoce el accionar y la bendición de Dios y sin embargo vive como si nunca lo hubiese conocido.

¿Irritaremos nosotros también a un Dios que permite que hoy lo llamemos Padre?
¿Imitaremos la determinación en seguir en las cosas de Dios y fidelidad que mostró Eliseo?
¿Reclamaremos la plenitud del Espíritu Santo como pidió Eliseo para poder servir a otros?
¿Sabremos dar de gracia (gratis) la salvación que Dios da, o nos equivocaremos como Ghiezi?
¿Desarrollaremos (solo con la ayuda de Dios) la sensibilidad por ver las necesidades de los que nos rodean y el perdón por aquellos que nos hacen la vida difícil porque están ciegos?
¿Seremos capaces (como la jovencita raptada, como Ghiezi, o como los leprosos hambrientos) de dar a conocer las buenas noticias acerca de las maravillosas obras de Dios?